La máquina de anestesia está conectada a un suministro de gases purificados. Estos gases generalmente incluyen oxígeno y óxido nitroso, y muchas máquinas también tienen un suministro de aire comprimido. Todos los gases se mezclan en un dispositivo especial, que garantiza concentraciones precisas y limita la cantidad mínima de oxígeno que se puede utilizar. A esta mezcla de gases, el anestesista puede agregar uno de una gama de agentes anestésicos adicionales y más potentes, conocidos como agentes inhalatorios. Estos vienen en forma líquida y se colocan en un dispositivo llamado vaporizador, que los convierte en gas y los agrega en concentraciones cuidadosamente controladas a la mezcla de gases.
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